Qué comer, cuándo y cómo. Eso nos cuenta una médica especializada en Ayurveda, la disciplina ancestral de la India para escuchar nuestro cuerpo y vivir en equilibrio.
El Ayurveda es una medicina ancestral originaria de la India, que nos lleva a lo simple, a conectar con la naturaleza que somos, ese pequeño universo en miniatura que representamos como especie. Es así como la presenta María Paula Bortoluzzi, médica generalista y especialista en Ayurveda.
En sánscrito ayur significa vida y veda es conocimiento, sabiduría. “Más que una medicina es una sabiduría de vida, y su objetivo principal es mantenernos en salud, en equilibrio”, dice la profesional.
Explica que el cuerpo en sí mismo es perfecto y que tiene capacidad de regulación, para lo cual es importante pensar en procesos de autoconocimiento. En este contexto, la medicina Ayurveda tiende a observar al ser humano en sus tres dimensiones: física, mental y emocional.
“Si nosotros hacemos las cosas correctas, es decir, llevar un estilo de vida saludable, buena alimentación, buenos pensamientos, yoga, respiración y buen descanso, el cuerpo va a estar en equilibrio; pero cuando hacemos cosas incorrectas aparecen los desequilibrios”, expresó Bortoluzzi.
Alimentación para el verano
En Ayurveda se habla de los elementos éter, agua, fuego y tierra. Y en el verano predomina mucho el calor y la energía del fuego.
“Para compensar este calor extremo de nuestro entorno, nuestro fuego digestivo disminuye. Por eso es común que en verano nos cansemos más rápido, que tengamos menos apetito o menos capacidad digestiva ya que se reduce nuestro metabolismo” indicó Bortoluzzi.
Es por eso que propone escuchar lo que el cuerpo manifiesta. Al haber menos capacidad digestiva, es recomendable elegir comidas que resulten más fáciles de digerir (cereales, verduras cocidas, manteca clarificada, frutas y verduras de estación como el durazno, el damasco o la sandía para esta época del año).
“Siempre hay que comer con hambre. Es un principio muy importante dentro del Ayurveda: siempre elegir alimentos fáciles de digerir pero con hambre”, aclara.
Esta premisa tiene una razón: al comer el alimento y digerirlo, el cuerpo lo absorbe y se nutre, pero si comemos algo que no somos capaces de digerir, ese alimento circulará en nuestro organismo como toxina. Y agrega: “Si como con hambre el cuerpo ya me está indicando que necesito alimento; las comidas deberían ser lo más espaciadas posible porque tengo que comer una vez que digerí la comida anterior, si me alimento cada dos horas o estoy todo el día picoteando, causará mucho desequilibrio porque empezamos a generar toxinas, el cuerpo no alcanza a digerir bien el alimento”.
Según la especialista, es necesario prestar atención en qué momento tenemos más apetito. Generalmente eso ocurre entre las 10 y las 14. “Es el momento del día en que predomina la energía Pitta, que es el fuego, el metabolismo, es el momento del día donde deberíamos hacer la comida más importante”, remarcó.
Los 7 tips para el calor
- Elegir alimentos con predominio de sabores dulces, amargos o astringentes.
- Consumir frutas y verduras frescas, maduras y de estación.
- Evitar o disminuir el consumo de sabores picantes, salados y ácidos.
- Condimentar con especias refrescantes como comino, coriandro, hinojo, albahaca, perejil, hierbabuena y cilantro.
- Preferir alimentos cocidos ya que serán fáciles de digerir.
- No comer cuando no tenemos hambre.
- Mantener hidratación adecuada, evitando bebidas con hielo.
Fuente: www.airedesantafe.com.ar