Consultar al dermatólogo y hacerse el autoexamen son acciones claves para prevenir el cáncer de piel.
¿Por qué es tan importante controlarse los lunares? Porque realizarse el chequeo es clave para prevenir el cáncer de piel, ya que, si se lo diagnostica a tiempo, es una enfermedad oncológica curable.
Lo ideal es visitar al dermatólogo, como cualquier consulta médica, para hacer un diagnóstico al menos una vez al año. Sin embargo, también es muy importante el autoexamen. ¿Cómo se hace? Mirándose en el espejo desnudo y observando el cuerpo completo, esto también incluye la espalda y los lugares más difíciles de examinar.
Le voy a dar una regla mnemotécnica para distinguir los lunares que a los médicos nos preocupan.
La regla ABCDE sirve para el autoexamen y le explico de qué se trata:
– Asimetría
Cuando un lunar que es redondo es asimétrico, esto se observa cuando la mitad de un lado tiene una forma muy distinta a la mitad del otro lado. En estos casos se debe consultar al dermatólogo para tratar a tiempo si se trata de una lesión.
– Bordes
Los límites de los lunares en general son bastante netos, como una moneda. Pero si son muy festoneados, si son como rayos de sol, le recomiendo ir al médico especialista que, seguramente, va a indicarle una biopsia.
– Color
Se debe tener en cuenta si en el mismo lunar se distinguen tres o más colores, o dos tonos de marrón distintos junto con color negro, en ese caso también aconsejo visitar al dermatólogo para hacer estudios.
– Diámetro
Lo habitual es que los lunares no tengan más de 6 milímetros. Cualquier lunar que sea más ancho que el ancho de un lápiz normal es un lunar para analizar.
– Evolución
Hay que estar atento si los lunares van cambiando, en tamaño, o si se le agregan colores o si se agranda rápidamente. Y también si de pronto, el lunar empieza a causar escozor o picazón, y más aún si se produce sangrado.
La exposición a las radiaciones ultravioletas provenientes del sol es la causa más frecuente del cáncer de piel. La razón de esto es que la piel absorbe de forma continua la radiación ultravioleta que emite el sol a lo largo de toda la vida. La mayor parte de la exposición a rayos UV proviene del sol, aunque una parte puede provenir también de fuentes artificiales, como las cabinas de bronceado y las camas o lámparas solares.
Las recomendaciones de la Sociedad Argentina de Dermatología son:
– Ponerse a la sombra y evitar el sol directo de 10 a 16
– Usar sombrero de ala ancha y camisas o remeras de mangas largas
– Usar protectores solares que bloqueen radiaciones UVA y UBV (con factor de protección 30 o más) y reponer cada 2 horas
– Elegir anteojos con filtro UV certificado
– Examinar los lunares y su evolución
– Realizar chequeos dermatológicos con frecuencia
Por todo esto, recuerde que es muy importante controlar los lunares, para prevenir el cáncer de piel, una enfermedad oncológica curable si se trata a tiempo.
*El doctor Daniel López Rosetti es médico (MN 62540 de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Presidente de la Sección de Estrés de la World Federation for Mental Health (WFMH). Y es autor de libros como: “Emoción y sentimientos” (Ed. Planeta, 2017), “Equilibrio. Cómo pensamos, cómo sentimos, cómo decidimos. Manual del usuario.” (Ed. Planeta, 2019), entre otros.
Fuente: www.infobae.com