Se viene el calor y, sin dudas, la sandía en una de las frutas ideales para esta época, pero hay que tener cuidado con ella.
Una porción o pedazo de sandía dulce y jugosa en un día caluroso de verano puede cambiarnos el humor de inmediato. A pesar de que sea dulce y jugosa, es necesario prestar atención a algunas cuestiones al momento de elegirlas en la verdulería, porque nos podemos llevar un gran fiasco y arruinar una buena tarde de sol.
Por eso, los especialistas en sandía, como Fruit Molins, dieron un consejo al respecto. Desde su punto vista, se trata de que la mancha de la corteza que está en contacto con el suelo esté amarillenta. Pero eso no es todo, hay que ejecutar otro procedimiento: “Al darle unos golpes suaves con los dedos o en la palma de las manos, cuando la sopesamos, debe producir un sonido a “hueco”.
Otro gran error se comprar la sandía trozada. Generalmente esto se hace porque la corteza es sumamente dura y cuesta mucho cortarla, entonces muchos optan por adquirirla ya en pedazos. El problema con esto es que suelen estar mal conservada y en mal estado, lo cual afecta en forma directa su sabor y dulzor.
Un tercer error tiene que ver con no lavarlas. Por más de que la corteza no se coma, es necesario realizarle una buena limpieza ya que no solo estuvo en contacto con el suelo, sino también con fertilizantes, insectos y toda clase de animales.
El cuarto se asocia con no aprovecharla de la mejor manera, ya que la sandía no solo se puede comer en trozos, sino que también es ideal para hacer un delicioso jugo refrescante. La mejor parte de esto es que no necesita agua, ya que tiene un elevado porcentaje.
Y por último, pero no menos importante, hay que aclarar que la corteza de la sandía se puede comer. Lo mejor es hacer un jugo procesado de ella y limón, el cual es una gran fuente de vitaminas.
Fuente: la100.cienradios.com