En la boca proliferan las bacterias relacionadas con el mal aliento, por lo que es necesario lavarse la lengua y mantenerla limpia.
Cuando nos cepillamos los dientes, nos esmeramos en que queden brillantes y sin comida en los espacios entre uno y otro. Pero pocas veces nos acordamos de higienizar con el mismo esmero las encías, y ni se considera la posibilidad de lavarse la lengua.
Los odontólogos hacen hincapié en la higiene dental para evitar las caries, y en el cepillado de las encías, para impedir inflamaciones y dolores. Pero pocas veces recomiendan incorporar la lengua en el hábito de limpieza bucal, aunque es muy necesario para nuestra salud.
Cuando buscamos las causas del mal aliento, pensamos en problemas estomacales o dentales, pero olvidamos algo tan fundamental como la lengua, que mantiene en su superficie una cantidad de gérmenes que colaboran a la formación de olor desagradable. Por eso es necesario lavarse la lengua con regularidad.
Cómo lavarse la lengua
No usar cepillo de dientes
Las cerdas de los cepillos de dientes no sirven para limpiar la lengua. Algunos poseen un raspador de lengua en el dorso, si no, se pueden conseguir fácilmente en las farmacias.
Tampoco es bueno el uso de cucharas: muchas personas pasan el filo de la cuchara sobre la lengua. Si bien la deja limpia y se nota al cambiar de color, puede lastimarla y provocar dolor.
Raspar con suavidad
El raspador no debe presionar la lengua, sino rasparla suavemente, desde el interior hacia afuera. Primero en la zona central, y luego en los laterales.
Pasta dental
No es necesario el uso de dentífrico para limpiar la lengua, pero tampoco está contraindicado. Se puede colocar una pequeña parte en el rascador de lengua, desparramarla bien por toda la superficie y frotar suavemente.
Enjuague
Se deben realizar los masajes dos o tres veces, enjuagando la boca con agua entre cada procedimiento. Así se evita que las bacterias vuelvan a introducirse en la boca y queden nuevamente alojadas en la lengua.
Se puede utilizar enjuague bucal o algún colutorio sin alcohol, para evitar ardor. Se recomienda rebajarlo con agua tibia y hacer buches suaves, sin tragar la solución, porque incorporaríamos los gérmenes a nuestro organismo.
Fuente: la100.cienradios.com