Limpiar sartenes es, para muchas personas, una de las tareas más pesadas del hogar, sobre todo por los restos de comida o aceite. Aun así, es necesaria una limpieza profunda para que la grasa y la suciedad no se acumule con el paso del tiempo; sino, será más difícil de quitar y perderías una herramienta muy útil de la cocina.
Cómo limpiar lo quemado sin arruinar la pieza
1. Sal gruesa y papel aluminio
Este truco es el más recomen dable para ollas o sartenes de hierro. Necesitarás una cucharada de sal gruesa y papel aluminio.
Procedimiento: Verté una cucharada de sal sobre la superficie del sartén y dejá reposar. Cortá un pedazo de papel aluminio, hacé una bolita y utilizala para fregar las partes quemadas del sartén, frotá hasta que el papel comience a oscurecerse, posteriormente, lavá y enjuagá como de costumbre y listo.
2. Bicarbonato de sodio y limón
Es una solución casera ideal para limpiar sartenes quemados. Necesitás dos cucharadas de bicarbonato de sodio y ½ limón.
Procedimiento: Verté un poco de bicarbonato sobre el sartén. Cortá un limón en dos partes, tomá una mitad y frotá de manera circular sobre la superficie. Dejá reposar durante 5 minutos, para que comience a despegarse esa textura pegajosa, lavá y enjuagá como de costumbre.
3. Papa y sal
Son un estupendo remedio natural para limpiar los sartenes quemados. Necesitás una papa cruda, una cucharadita de aceite de oliva y una cucharada de sal gruesa.
Procedimiento: Cortá la papa por la mitad, verté una cucharada de sal gruesa sobre la superficie del sartén que desees limpiar. Frotá la papa sobre el sartén a través de movimientos circulares durante 3 minutos. Limpiá como de costumbre, pero esta vez dejá caer una cucharadita de aceite de oliva, pues esto protegerá la superficie de los efectos de la papa.
4. Vinagre blanco y bicarbonato de sodio
La combinación perfecta para limpiar los sartenes quemados. Necesitás una taza de agua, ½ taza de vinagre blanco y 2 cucharadas de bicarbonato de sodio.
Procedimiento: Verté el vinagre sobre el sartén quemado, dejá reposar durante unos minutos. Añadí el agua y ponla a hervir junto con el vinagre, una vez que esté bien caliente, retirá el sartén del fuego y agregá el bicarbonato de sodio. Vas a notar una efervescencia, no te asustes; posteriormente, frotá con un estropajo hasta que se desprendan los residuos y listo.
Fuente: www.airedesantafe.com.ar