¿Sabías que los brotes aportan vitaminas y minerales que resultan fundamentales para una buena salud?
Los germinados son alimentos vivos, cuyas propiedades son muy beneficiosas para la salud. Para lograr que germinen correctamente, las semillas deben remojarse por unas horas. Luego, se dejan crecer en un ambiente húmedo. Una vez que obtenemos los brotes, podemos consumirlos, por ejemplo, en ensaladas o salteados.
Este proceso puede realizarse con semillas de todo tipo: desde legumbres, como lentejas o garbanzos, hasta granos, como el arroz integral o el trigo sarraceno. También con brotes vegetales, hojas o semillas de frutos secos, como la nuez, la alfalfa o la almendra. Cada una de ellas aportará distintas vitaminas y minerales. Estos son algunos de los beneficios de incorporar germinados a tu alimentación.
1. Poseen gran cantidad de nutrientes
Los brotes son una gran fuente de proteínas, enzimas y minerales, como fósforo y calcio. Aportan una amplia gama de vitaminas: A, B, B1, B2, B3, C, D, E y K, dependiendo de cuál sea la semilla base que se utilizó en la germinación. Sin dudas, incluir este alimento en tus comidas marcará una diferencia.
2. Contribuyen a una buena digestión
Los brotes de albahaca y puerro, por ejemplo, son muy buenos para el sistema digestivo. Asimismo, estudios demostraron que, tras germinar granos durante varios días, sus brotes contenían un 100% más de fibra que aquellos que no habían pasado por este proceso. El proceso se repitió, pero esta vez con frijoles: los expertos descubrieron que aquellos que habían germinado contenían más de un 200% de fibra que los que no. Este componente es clave para combatir el estreñimiento. Además, se ha descubierto que los germinados contienen una menor cantidad de gluten, lo que los hace más fáciles de digerir.
3. Tienen propiedades antioxidantes
La clorofila aporta propiedades antioxidantes, al igual que aquellos germinados que contengan vitamina E. Por su parte, la alfalfa tiene la capacidad de reducir la muerte celular y el daño del ADN causado por los radicales libres. Consumir sus germinados es una forma de incluir sus beneficios en tu alimentación.
4. Regulan los niveles de colesterol
Esto se relaciona, además, con una buena salud del corazón. Consumir brotes reduce los riesgos de enfermedades cardíacas. Estudios realizados con germinados de lentejas y brócoli comprobaron que estos reducen los niveles de colesterol bueno, a la vez que reducen los del colesterol malo. Sucede algo similar con los de soja, sésamo y trigo sarraceno.
5. Ayudan a combatir la anemia
La clorofila, componente que da a los germinados su color verde, es un reconstituyente sanguíneo. Consumirla ayuda a combatir la anemia, especialmente si se trata de germinados de alfalfa, debido a su alto contenido de hierro y vitamina K.
Fuente: www.airedesantafe.com.ar