La mejor manera para saber si un huevo está en buen estado es viendo si flotan o se hunden en el agua pero la pregunta más frecuente es por qué, por eso acá te dejamos la explicación física.
Los huevos son uno de los ingredientes más utilizados en la cocina ya que sirven para recetas saladas como también para las recetas dulces y muchas veces son indispensables.
Una de las contras de los huevos es que muchas veces suelen estar en mal estado ya que no se conservaron frescos, como no se pueden identificar a simple vista muchas personas terminaron arruinando por completo un plato de comida por no darse cuenta que el huevo estaba podrido.
Uno de los trucos más antiguos para darse cuenta antes de tiempo si el huevo está fresco y en buen estado es poniéndolos en un recipiente con mucha agua para saber si flotan o se hunden.
Los huevos que quedan abajo son los que están listos para ser utilizados y los que flotan son los que no están frescos y de utilizarlos podrían causar un fuerte dolor de panza.
Este antiguo truco de “abuela” nunca falla pero pocos saben la verdadera explicación física de por qué algunos se quedan en la superficie y otros se quedan abajo del agua.
La explicación científica es que la cáscara de los huevos está cubierta de poros, eso es lo que deja que pueda haber un intercambio de gases con el afuera.
A medida que pasa el tiempo y el huevo no fue utilizado, el mismo comienza a perder humedad por esos mismos lugares.
Esto produce que tanto la clara como la yema pierdan espacio dentro de la cáscara y el aire ocupe cada vez más lugar ahí adentro, esa capa de aire tan grande se transforma en el flotador ideal que hace que el huevo suba a la superficie si se lo mete dentro del agua.
Cuánto más viejo sea el huevo más va a flotar por ende si uno flota hasta arriba de todo es mejor no hacer uso del mismo y descartarlo.
Fuente: la100.cienradios.com