Durante la noche, especialmente en invierno, es habitual que los gatos se acurruquen junto a nosotros y duerman en la cama a nuestros pies.
No es ninguna novedad que a los gatos les encanta dormir a los pies de sus dueños, y esto tiene una explicación. En realidad son varios los motivos por los cuales nuestros amigos felinos duermen de esta manera.
Una de ellas es por una cuestión de supervivencia. Si el gato es sensato y pretende sobrevivir a un súbito giro nocturno de la persona que duerme a su lado, es obvio que deberá colocarse en el lugar donde el peso de su compañero de cama sea más liviano y tenga más escapatoria. O sea, a los pies.
Otra de las razones es por protección. Los gatos son conscientes que al dormir bajan la guardia levemente. Por este motivo si duermen junto a su cuidador y súbitamente presienten algo sospechoso, no dudarán en despertar a su cuidador para avisarle del peligro y protegerse mutuamente. Otra característica de los felinos es que les gusta dormir con el lomo recostado contra algo. De esta manera consideran que su espalda se halla bien protegida.
Otra razón es la pertenencia al mismo clan. Los gatos son territoriales, exclusivistas y sociables. Su territorio es todo el hogar, hasta el último confín. Por este motivo desde cachorros se dedican a patrullar y explorar nuestra casa hasta el último recoveco. Es lo normal que un animal conozca perfectamente su guarida, y los gatos lo realizan a conciencia: es su territorio.
En una familia de varios miembros, lo habitual es que el gato empatice con todas las personas, pero siempre habrá un elegido con el cual el gato se mostrará más afectuoso que con el resto de habitantes. Esta única persona será con la cual el gato vaya a dormir a sus pies de forma exclusiva.
Nosotros creemos que los gatos duermen a nuestros pies porque nos aman y necesitan nuestra compañía. Puede que sea cierto en algunos casos, pero en realidad somos nosotros quienes dormimos junto a los cuatro pies del gato, según la mentalidad felina. Ya que habitamos en su territorio y nos distingue dejándonos dormir a su lado. Somos sus favoritos, sus humanos de confianza.
Fuente: la100.cienradios.com