Consumido regularmente, este producto puede ayudar a reducir la grasa corporal. Alternativas para potenciar sus efectos.
El té verde es cada vez más usado en diversas partes del mundo ya que contiene muchas propiedades que le aportan beneficios a nuestro organismo, como perder peso, mejorar el estado de ánimo, fortalecer el sistema inmune, relajar el cuerpo, y prevenir enfermedades.
A diferencia de otros productos, este tipo de té no aporta ningún tipo de carbohidrato ni proteína, lo que es ideal para beberlo cuando se está a dieta, y es una fuente rica en antioxidantes, minerales y en vitaminas A, B, C y E.
Pero para disfrutar de todos sus beneficios, en especial el de reducir la grasa corporal, lo ideal es consumirlo al menos 20 minutos después de cada comida. Además, va a favorecer la digestión. Y si bien se puede consumir a cualquier temperatura, la opción caliente te ayudará a obtener mejores resultados.
Lo aconsejable es beber de dos a tres tazas al día para ayudar a mejorar el metabolismo, pero no más ya que podría generar efectos colaterales como dolor de cabeza, irritaciones estomacales, insomnio, mareos, náuseas o diarrea.
Si se está bajo un tratamiento médico para controlar la anemia, es aconsejable no tomarlo ya que el té verde puede dificultar la absorción de hierro.
Agregados saludables
Dado que suele ser un poco intenso, no a todo el mundo le gusta el té verde. Sin embargo, hay algunos ingredientes que además de aportarle otro sabor también brindan mayores propiedades.
Por ejemplo, mezclado con tres hojas de menta fresca contribuye a mejorar el proceso digestivo y a ayudar a controlar la ansiedad. Otra opción es agregarle media cucharadita de jengibre rallado o con unas gotas de limón, que va a aumentar las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, lo que te va a ayudar a perder peso.
Pero no es la única manera de incorporarlo a nuestra dieta. Otra alternativa es sumarlo a los batidos, especialmente en esta época donde necesitamos bebidas refrescantes para apaciguar el calor.
Por ejemplo, una posibilidad puede ser hacerlo con una taza de té verde colado y frío, media manzana, dos cucharadas de yogur y mucho hielo. Licuás todos los ingredientes y ya está listo para tomarlo. También podés hacerlo con una pera y media taza de ananá. Y si lo mezclás con una taza de leche de coco y le agregás hielo, vas a lograr un riquísimo frapé vegano. Las opciones son infinitas y depende de tus gustos.
De todas maneras, es importante aclarar que este producto, por sí sólo, no consigue resultados rápidos ni milagrosos si no se lo acompaña con una dieta balanceada y con ejercicio físico de forma regular.
Fuente: tn.com.ar