El mes pasado, los medios indios informaron sobre el caso de un desesperado hombre de Ghaziabad, India, que se había acercado a la policía local por un plan de extorsión del que habían sido víctimas él y su familia.
Rajiv Kumar denunció que su cuenta de correo electrónico había sido pirateada el 1 de enero, y que desde entonces había estado recibiendo amenazas y demandas financieras de un grupo de piratas informáticos.
Los presuntos delincuentes estaban exigiendo 10 millones de rupias (USD 130.000), o de lo contrario publicarían fotos sensibles de Kumar al público, y luego lo matarían a él y a su familia. El hombre ignoró los correos amenazantes al principio, pero luego los hackers comenzaron a jugar con su teléfono, cambiando su número de alguna manera, y luego comenzando a comunicarse con él en la casa familiar. En un momento, Rajiv Kumar se dio cuenta de que los sofisticados criminales lo estaban observando a él y a su familia, y siguiendo cada uno de sus movimientos. Entró en pánico y se puso en contacto con la policía. Se registró el caso en virtud de las secciones del Código Penal de la India, y durante la investigación, la policía encontró que la IP desde la cual se envió el correo electrónico de extorsión inicial y los mensajes posteriores, coincidía con la de la víctima, lo que significaba que los correos electrónicos se habían enviado desde el interior de su casa.
La policía interrogó al hijo de Kumar, de 11 años, quien confesó que había sido él quien había extorsionado a la familia. El estudiante de quinto grado dijo que había aprendido sobre delitos informáticos viendo videos y tutoriales de YouTube, y que pensó que era lo suficientemente inteligente como para cubrir sus huellas. La investigación está en curso.
Fuente: www.periodismo.com