Se trata de un tubérculo cuya variedad más común es la de color rojo-morado y que destaca por ser un alimento versátil con una serie de propiedades saludables que lo convierten en una opción altamente recomendable.
Ya sea en cremas o en ensaladas, cruda, al vapor o cocida, la remolacha (Beta Vulgaris) es uno de esos alimentos imprescindibles en la dieta. También denominada betarraga o betabel, se trata de un un tubérculo cuya variedad más común es la de color rojo-morado, aunque existen muchas más variedades de remolacha entre las que se encuentra la blanca cuyo cultivo se destina a la producción de azúcar.
“No obstante, a pesar de este hecho, prácticamente el 85-90% de este alimento es agua, lo que lo convierte en una opción vegetal con un contenido calórico bajo. Este azúcar no es problemático cuando se consume dentro de su matriz”, explica el nutricionista Carlos Ríos.
“El interés reciente desarrollado por este alimento se debe principalmente al descubrimiento de que las fuentes de nitrato en la dieta pueden tener implicaciones importantes para el manejo de la salud cardiovascular cuando dichas fuentes son principalmente vegetales. Sin embargo, la remolacha no solo es rica en este compuesto, sino que también es rica en otros bioactivos como la vitamina C, folato, ácidos fenólicos, flavonoides y carotenoides que puede ejercer efectos fisiológicos interesantes. Además, la remolacha es rica en manganeso, potasio y hierro, lo que le otorga una densidad nutricional elevada”, añade el experto.
Pero por si fuera poco, la remolacha cuenta con una peculiaridad que hace referencia a que “es una de las pocas verduras que contiene un grupo de pigmentos altamente bioactivos conocidos como betalaínas”. “Estas sustancias que se clasifican como pigmentos de betacianina ‘color rojo-violeta’ o pigmentos de betaxantina ‘color amarillo-naranja’ parecen mostrar unas altas capacidades antioxidantes e antiinflamatorias que actúan solas o en sinergía con las sustancias comentadas anteriormente. Estudios recientes han hallado en distintos ensayos clínicos como la remolacha puede ayudar a mejorar marcadores como la hipertensión, glucosa plasmática y la hiperlipidemia”, señala Ríos.
“El NO tiene varias funciones en el cuerpo humano, incluido un efecto vasodilatador, que reduce la presión arterial y aumenta el suministro de oxígeno y nutrientes a varios órganos. Estos efectos indican que la remolacha puede tener aplicaciones relevantes en la prevención y el tratamiento de enfermedades cardiovasculares. Además, su consumo tiene un impacto en el suministro de oxígeno a los músculos esqueléticos, la eficiencia muscular, la tolerancia y la resistencia y, por lo tanto, puede tener un impacto positivo en el rendimiento deportivo”, explican los investigadores neerlandeses, aunque abogan por un consumo moderado para no aumentar la ingesta de nitratos por encima de la dosis diaria recomendable.
Fuente: www.airedesantafe.com.ar