Lamentablemente nuestra ropa puede perder su tamaño original por los lavados recurrentes y esto nos pone del peor humor.
Muchas personas admiten que no saben muy bien cómo manejar el lavarropas pero lo intentan igual. El resultado puede ser que la ropa se rompa, se manche o se encoja y perdamos una prenda muy valiosa.
Primero vamos a explicar por qué se encoge la ropa. Todo se basa en el calor ya que algunos tejidos vegetales, como el caso del algodón o de origen animal, como la lana, son termosensibles.
Que significa ser termosensibles, hace referencia a que su estructura se ve modificada cuando la temperatura a su alrededor cambia. Esto se debe a que se crean cargas eléctricas que apelmazan las fibras una sobre otras.
A continuación, el tejido de la ropa pasa de ser extensible y esponjado a ser compacto y apelmazado. Y eso que todavía no tenemos en cuenta el efecto de rotación del lavarropas y el centrifugado.
La ropa no debe ser lavada a más de 30ºC cuando se trata de estos tejidos y no se debe utilizar el centrifugado. Tampoco dejarla en una secadora por que la misma realizará el efecto que queremos evitar.
Si una de nuestras prendas favoritas se vio afectada y queremos que vuelva a su tamaño original, afortunadamente hay una serie de trucos que permiten que esta fantasía se vuelva realidad.
El objetivo de estos tips es romper con el efecto físico – químico que presentan los tejidos encogidos. Los nudos se desatan y el efecto eléctrico va a ser revertido.
Para esto vamos a necesitar un suavizante que funcionará de tensioactivo aniónico, para volver a darle vida a nuestra ropa.
Si se trata de un pulover, la introducimos en un balde junto a un litro de suavizante por cuatro litros de agua. La dejamos un par de horas y la tenderemos mojada para que se estire.
Para el caso de remeras o chombas, podemos colocarlas en un balde con agua tibia y shampoo para bebé o acondicionador de pelo.
Otro truco para la ropa es embeberla en agua, vinagre y mascarilla para el pelo. Las prendas no deben estar más de media hora en remojo.
Si hablamos de lana y casos muy extremos se deja la ropa en un balde con agua tibia y una cucharada de aguarrás, una de amoniaco, dos de alcohol de 90 grados, unas gotas de detergente y la dejamos en remojo seis horas.
Fuente: la100.cienradios.com